04 septiembre 2008

Google Chrome

Tras mucho tiempo desaparecido (no había demasiadas ganas de escribir, ni muchas ideas, ni mucho tiempo) tomo como excusa el lanzamiento del navegador de Google para volver y cogerle el tranquillo a esto de escribir. Como si del retorno de vacaciones se tratase. Si, esas cosas que tienen los mortales y luego vuelven con el síndrome postvacacional, excusa para perrear todo el mes de septiembre.

A lo que vamos. Google ha lanzado Chrome, su propio navegador web. En principio no parece que tenga mucho sentido puesto que le sueltan una pasta gansa a la fundación Mozilla, pero si lo han hecho, por algo será.

No esperaba que este lanzamiento tuviera la repercusión que ha tenido. Desde luego lo que ha quedado claro es que Google es suficientemente conocido como para que esta noticia salga en los periódicos. Es buena noticia en sí y también lo es que aparezca en los medios un producto informático que NO es de Microsoft.

Lo primero que pensé al ver Chrome es en la originalidad del nombre. Pensé precisamente en que Firefox lo utiliza: Puede verse entre los archivos de preferencias que existe una carpeta con dicho nombre. Curioso.

No tenemos versión para linux aun, así que solo se puede usar al 100% en el entorno dominante. Como en el trabajo tengo XP, lo he probado. Impecable. Da igual si funciona o no, esto tiene pinta de triunfar. Es algo que he dicho alguna vez por aquí que le falta a Ubuntu, el diseño. Chrome tiene un diseño muy agradable, incluso impactante, que hará que la gente lo use aunque falle más que una escopeta de caña, que parece ser que es lo que le pasa ahora mismo, normal puesto que es una beta, pero claro, Google nos tiene malacostumbrados con las beta. Tiene un aspecto muy limpio y sencillo. Los botones y menús se han reducido al mínimo y están muy integrados, podría decirse que al estilo del explorer7, pero bien hecho.

Chrome utiliza como motor Webkit, la escisión de KHTML que hizo Apple para su navegador Safari. Webkit ahora mismo es el número uno en cumplimiento de estándares, por delante de Firefox y de Ópera. Obviamente muy por delante de MS Explorer. El problema que se da es que parece ser que para este lanzamiento han utilizado una versión desfasada de Webkit, que sólo llega a un 76% en el test Acid3 (Epiphany con webkit en Debian Lenny cumple el 100%), y que además no tiene corregidos diversos problemas de seguridad y estabilidad. Por otra parte, está muy bien que Google haya decidido que cada pestaña sea un proceso independiente, pero si se muere el navegador entero por uno de estos fallos, poca solución es.

No lo he probado demasiado, pero lo que he visto es que es bastante cómodo (para quien se moleste en escribir) y además vuela. La gran novedad es su compilador de Javascript. Aquí está la importancia y la razón de ser de este navegador. Google quiere que sus aplicaciones vuelen, y Firefox no lo hace tal como ellos quieren, aunque Firefox de hecho es rapidísimo, pero la única integración con google es el buscador. Lo han creado para integrar sus aplicaciones y quitar del medio a Microsoft, ni más ni menos. Confiando en los estándares, no creando ninguna plataforma como primero ha sido flash (o ahora AIR) y la olímpica silverlight.

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