07 enero 2008

Otro año, como siempre

Ya estamos en el 2008. Si, ya hace unos días, pero más vale tarde que nunca. Y sí, otro año con lo mismo de siempre. Eso que se dice de Año nuevo, vida nueva, no tiene mucho de cierto. El pasado ha acabado más o menos como siempre, continuando la tendencia. Si la tendencia era a peor, ahora es a peor y medio, porque somos borregos sin lana. Aunque unos más que otros.

Dentro de nada los Reyes Magos tendrán que venir en pateras, porque parece que ya no tienen mucha entrada aquí. Una tradición muy bonita que se hizo muy comercial que, este año más que nunca, ha sido aplastada por ese seboso de traje rojo creado (o inspirado en San Nicolás) por la multinacional Coca-Cola, con sus colores corporativos por si no se nota. Por un lado nos ponen modelos famélicas con cuerpos de niñas de 12 años y por otra un gordo al que tienen que querer los niños. Menudos ejemplos. Ahora todas las multinacionales se apuntan al carro (o trineo) porque es que eso de los Reyes con sus camellos... los camellos te ofrecen mercancía en las puertas de los colegios y las discotecas, y eso está mal.
Es curioso que empresas que incluyen en su nombre la palabra España (como Telefónica de España-TdE) se dediquen a publicitar al gordo ese, y de paso meten palabritas inglesas en sus cosas. Lástima que estos sigan teniendo el monopolio de la telefonía, aunque la verdad es que hay poco más donde elegir.

Estos asuntos se deben a la globalización, borreguismo patrio, europeo y mundial. El ser humano no decide mucho, se deja llevar, y el pastor ya se sabe donde está: al otro lado del atlántico, por el norte. Por mucha globalización que haya, el dinero no tiene por qué imponer una cultura. El caso es que dinero y cultura nunca han encajado demasiado, y así vamos.

Volvamos a España. Por lo visto la economía va bastante mal, el paro va de mal en peor, etc, el nuevo año trae la típica subida de precios, si es que ya durante el año no ha habido suficiente subida (cualquier relación con la peseta ya es mera anécdota), y todos esos bonitos regalos. Vamos a tener una crisis económica del copón, no va a haber inversiones, la gente va a comprar menos (pero la pantalla de plasma de 42 o 60 pulgadas es obligada, no me jodas) y todo se va a ir al carajo. Al menos los pisos igual hay suerte y bajan, porque no va a comprar uno ni dios.

Hablando de borregos, he de comentar las razas de pijos y tecnocatetos. No está muy clara la distinción, porque hay casos en que se es ambas cosas, y hay varios niveles, pero la cuestión es que hay muchos de nivel elevado, y subiendo. Cosas del consumismo, globalización y toda la pesca. Alguno me pegará cuando lea esto. No importa el nivel adquisitivo, estas son cosas de primera necesidad para estas especies. ¿Cuantos móviles se habrán regalado estas fiestas navideñas? Con 3G, que nadie sabe para que es pero es imprescindible (para las operadoras), tener cámara de 3 megapíxeles aunque nunca la uses y tengas tu huella dactilar en la lente emborronando la imagen, una memoria del copón y mp3, aunque no le metas ningún archivo nunca, y radio, aunque no la uses. Lo más importante es no cambiarle los tonos, cosa que se puede hacer desde los primeros móviles. Así si te llaman a tí, o a otro de los cientos que te rodean que tienen, casualmente, el mismo tono porque tienen, casualmente, la misma marca, lo cogéis todos a la vez y os echáis unas risas.
Es que el móvil no es para hablar con él, sino de él. Si no puedes decir cuantas cosas tiene tu móvil como un loro, ya me dirás tú para que sirve.

Una cámara de fotos de regalo no viene mal. Si es marcalpijo de 10 megapíxeles seguro que hace unas fotos que te jiñas. Da igual que ya tenga cámara en el móvil y nunca haga fotos de ningún tipo. Así tengo otra para cuando haya mucha gente acumulada en sitios donde se hacen fotos, quedo que te cagas estirando los brazos y frunciendo el ceño intentando ver algo en la pantalla de mierda que tiene detrás.
Hay algunos que tiran a más nivel y acaban con una "reflex". Estos elementos también quedan grandiosos cuando estiran todos los dedos cogiendo el objetivo por arriba como con asco con pulgar y anular, metiendo el meñique en el encuadre del objetivo y tapando con el índice el flash, disparando fogonazos a diestro y siniestro (cosa que hacen los de las cámaras compactas con gran estilo), porque si no se usa el flash para qué quiero una cámara.

Artículos imprescindibles por excelencia: una televisión de plasma o LCD de alta definición y una consola.
Vamos con la tele. La alta definición dicha así no es nada, ha de estar en inglés, que es más nítida. Y si es con altavoces 5.1 no se le puede llamar cine en casa, que el sonido no es tan bueno. Es que la televisión de tubo o la LCD vieja ya no queda bien, aunque me costara más que ésta y tenga unos colores más puros que la realidad. La mesa que tengo es para ella y no tengo problemas de espacio, pero es que me han dicho que tengo que cambiarla. Tengo que tenerla, si no no puedo vivir, que al no tener alta definición, no puedo ver bien el futbol. Necesito ver la televisión algo más grande (o igual pero ancha) pero con escalado, borrosa, y ensanchada porque la pantalla es panorámica y alta definición, pero la emisión no lo es. Y da igual la calidad que tenga. Si es LCD y me quedo ciego con las imágenes claras del panel mediocre que lleva, da igual. Si las imágenes negras ya no son negras, qué importa. Tengo una tele para presumir con los vecinos, y fíjate que risa de ver a todos más gordos. ¿Hay una opción para ponerla proporcional? no, no, que atraso, que desperdicio.

Y la consola de turno. Hay que tener una consola potentísima aunque tengas ordenador. Los juegos en alta definición son más divertidos, claro, sobre todo poniendolos en la tele pequeña del cuarto, y el ordenador no es lo mismo; además, con el teclado y el ratón tienes tanta precisión que aburre.
Hay muchos que se compran el ordenador sin saber qué contiene. Se necesita conocer muchas cosas, y si no se saben ni con una tele, pues menos aun para comprar un ordenador.
Pues vamos con los tecnocatetos de más nivel, los que las empresas adoran (y viceversa). Han de tener una o más de las consolas actuales y el ordenador sólo para jugar. La tarjeta gráfica ha de valer 500 € al menos. Luego a alguno se le bloqueará el ordenador tras jugar un rato. Habrá que comprar otra. Cómo puede pasar esto, con un PC tan bueno con placa base de 40 euros y una fuente de 15. O una placa de 300 con 20 SATA (ATA serie, el nuevo estándar de conexión, cable fino) para tener sólo un disco duro y además PATA (paralelo, el clásico cable ancho).

En algún otro nivel menor, tienen el ordenador para trabajar, y esos 200 euros gastados en la gráfica son para que la imagen se vea bien, porque con una baja seguro que se ve borroso o algo el fondo de pantalla y no me fío. Y que bien se ve la consola. Nada que ver con nada que haya visto antes, oye. Si, en el ordenador lo puedo ver a la misma resolución que consigue la consola ahora desde hace años, pero no, no es lo mismo.

No se si me quedan patos a los que tirar, pero sigo con la escopeta cargada para otro momento.

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