¿Se venderán los ordenadores sin sistema operativo?
¿Se acerca el fin de la tiranía? Ya está bien de que no haya control ninguno sobre los programas de ordenador. Mirando por la web de Ubuntu, encuentro un enlace del instituto de globalización de Bruselas que me lleva a un interesante informe que han realizado.
Es bastante ligero. Creo que ni los amantes de Microsoft pueden poner pegas a lo que se dice, aunque les duelan las consecuencias. Lo he traducido íntegramente:
"La Comisaria Europea para la Competencia ha sugerido que en un mercado de S.O. competitivo, Windows tendría una "importante bajada de porción de mercado", destacando su frustración de que dicho mercado no aparente poder tener espíritu competitivo. "En los últimos años, hemos visto grandes innovaciones en los mercados de alta tecnología", dice, "pero mayormente en aquellas áreas que Microsoft no controla."
Hasta ahora, la Comisión ha concentrado su acción antimonopolio en los productos de servidor de Microsoft y en la inclusión de "Windows Media Player" con Windows. El éxito de la Comisión el pasado 17 de Septiembre en el tribunal europeo de primera instancia, que ratifica su acción antimonopolio contra Microsoft, envalentonará a la Comisión en las resoluciones de casos de competencia.
Ahora es necesario examinar el problema central -la falta de opciones al adquirir un ordenador en lo que a sistemas operativos se refiere- si la Comisión va a animar un mercado en el que se promulgue la visión de próspera competencia de la Comisaria Kroes. Este informe da razones para que el pensamiento de la Comisión sobre el monopolio del S.O. de Microsoft vaya a su conclusión lógica y apoye la exclusión de Windows de los ordenadores de escritorio.
¿Que limita la competencia?
La gran mayoría de ordenadores que se venden son de marca. Mientras que los ensambladores compiten por una buena imagen de marca (aparte de las características de sus equipos), no hay ningún componente o fabricante que sea la única opción disponible. Intel compite con AMD, la memoria proviene de numerosos proveedores, los discos duros pueden ser de Seagate, Hitachi o Western Digital, etc.
No hay razón para que esta diversidad no ocurra también con los sistemas operativos. La competencia entre componentes físicos no evita que haya una amplia compatibilidad: los fabricantes de componentes siguen estándares que evolucionan con el tiempo, como ATA serie y USB, para asegurar que funcionan con todos los ordenadores. Cuando uno nuevo funciona de una manera inesperada, se proporcionan controladores para asegurar que el componente funciona en todos los sistemas.
Hay una significativa innovación en lo que a componentes se refiere: los jugadores pueden ser testigos de los feroces saltos en el mercado de tarjetas gráficas. Es en dicha competición donde reside el principal impulso de la innovación.
Pero por la parte de los programas, el comprador común que va hacia las típicas grandes superficies de electrónica no puede comprar un ordenador de marca sin pagar automáticamente Windows. El resultado es que los consumidores que, dado el caso, quisieran optar por un sistema operativo más barato, se encuentran automáticamente comprando el del líder del mercado.
No hay una competición significativa entre sistemas operativos en los ordenadores de marca. La posición de dominio de Microsoft no es de interés público. Ello limita el mercado y ha frenado el desarrollo tecnológico para perjuicio del consumidor.
Los sistemas operativos no son un monopolio natural. Igual que evolucionan los estándares de dispositivos permitiendo la combinación de competencia y compatibilidad, en un mercado de sistemas operativos competitivo, debería haber amplia compatibilidad entre competidores.
Para verlo de otra forma, si hay diez vendedores de sistemas operativos mayoritarios, las casas independientes de programación escribirán sus programas usando herramientas y bibliotecas de programación que permitirían que sus programas trabajaran con todos los sistemas, en lugar de sólo con uno. La competencia fomenta los estándares abiertos y la interoperabilidad tal como querrían los vendedores que, por razones competitivas, quisieran que sus productos interactuaran con los de los demás vendedores.
Para ser claros, este artículo concierne a los ordenadores destinados al mercado de consumo. Consideramos al Mac como un nicho de mercado selecto, como los televisores Bang Olufsen, que son difíciles de justificar en el mundo de los negocios fuera del sector publicitario. Por tanto no pensamos que el Mac, a pesar de reivindicar su superioridad, pueda proporcionar una significativa amenaza competitiva a Microsoft.
Costes en los negocios de la Unión Europea.
El monopolio de Windows impone un coste extra en virtualmente cualquier negocio europeo, puesto que el coste de los sistemas operativos bajaría en un mercado competitivo. Además, hay otros costes: se dice que los costes de asistencia son mayores en Windows que en otros sistemas, particularmente cuando consideramos las vulnerabilidades de seguridad que plagan los sistemas Windows. Fomentar la competencia ayudaría a los negocios europeos, reduciendo sus costes.
Formas de exclusión.
Hemos barajado diversas maneras de dar elección a los consumidores en el mercado de los sistemas operativos. Una es que los fabricantes de ordenadores siempre ofrezcan a sus clientes opciones al incluir el sistema operativo. Esto funcionaría bien para la venta en línea, como las de firmas como Dell, donde los consumidores pueden elegir la opción en una lista. Sin embargo, esto causaría problemas logísticos a los grandes almacenes. No es práctico que las tiendas almacenen múltiples versiones de cada ordenador, para cuando los clientes quieran un sistema operativo en particular.
Consideramos también que los clientes tengan la opción de mantener Windows cuando encienden su nuevo ordenador. Los clientes recibirían un reembolso por cheque o transferencia bancaria. Sin embargo, esto acabaría siendo burocrático, y puede ser un problema el cómo se calcule el tamaño del reembolso.
Excluir de serie Windows.
Sin embargo, hemos decidido que la mejor forma de acercarmiento a la competencia es simplemente insistir en que los sistemas operativos se compren aparte del ordenador.
Esto, creemos, tendrá un significativo efecto en la porción de mercado de Windows, proporcionando el competitivo lugar de mercado que pedía la Comisaria Kroes. Los consumidores que buscan precio, incluidos los estudiantes, optarían por un sistema operativo más barato.
No creemos que esto añada complejidad a los consumidores. Simplemente se les pediría que inserten un DVD con el sistema operativo cuando enciendan su nuevo ordenador, y se configuraría automáticamente él mismo.
Los fabricantes deberán ser capaces de incluir los controladores de dispositivo especiales con sus ordenadores (que se necesitarían para conseguir el mayor rendimiento) y los fabricantes aun podrían recomendar un sistema operativo en particular.
Es probable que los fabricantes de PC puedan competir listando múltiples sistemas operativos para los que sus equipos están certificados para funcionar correctamente, más que simplemente listar la compatibilidad con windows.
Una posible objeción
Microsoft puede argumentar que la medida puede incrementar la piratería, pero hay que tener en cuenta que Windows tiene "activación", cosa que evita que los usuarios instalen el producto en múltiples ordenadores. Compañías tales como Adobe y Symantec tienen gran éxito sin necesitar incluirse con el ordenador para evitar la piratería. La amenaza para Microsoft no es que los consumidores puedan piratear, sino que cambien a alternativas de bajo coste o gratuitas.
Política recomendada
La recomendación de este artículo es que la Comisión Europea requiera que todos los equipos vendidos en el interior de la Unión se vendan sin sistema operativo.
Durante dos décadas, Microsoft ha disfrutado de un poder de monopolio en el mercado de sistemas operativos. El Comisionado de Competencia ha señalado el deseo de ver más competencia en este sector. No incluirlo fomentaría un mercado competitivo, incrementaría las opciones de los consumidores y reduciría precios."
Añado que dado que el PC triunfó porque era abierto (múltiples proveedores y distintos vendedores, como se comenta) es absolutamente absurdo siguiendo esa filosofía que el sistema operativo sea de un único proveedor.